Difícil es aprender a discernir el sentir,
la soledad a veces nos lleva a confundir el deseo con necesidad,
necesito compañía, la anhelo o es un simple capricho.
Dónde voy a ir a buscar esa compañía que no tengo,
dónde refugio mi hambre de cariño y afecto,
de dónde saco el calor que mi cuerpo pide,
quién será capas de saciar mi sed de calidez...
Existo porque alguien me acompaña..., o existo porque confío en mi percepción de la realidad.
Indispensable es cuestionarme todo a diario,
un baldazo de agua fría que me despierta todas las mañanas,
mirando la ventana preguntándome
que tan sola me voy a sentir en el día que viene,
que tanto me va a costar volver a estar sola un día más...
Infinidad de días quizá, deseo no.
Comentarios
Publicar un comentario