Que paja compararse

Que paja compararse, me dictó mi mente cuando vi al de al lado y me sentí menos capas, me sentí minimizada, solo porque lo que ese otro daba, era distinto a lo que estaba dispuesta a dar.
No sirve el consuelo de "no te compares, todos somos capaces, somos distintos, todos tenemos lo bueno adentro nuestro", porque cuando estás allá abajo no vez tu luz interior, por mas que esta siga con vos en cualquier circunstancia. 
Me detuve a ver otros trabajos, desee ser eso, desee por un momento verme como tal, o llegué a pensar que algo en mi estaba mal, que lo que hacía, lo que daba, estaba errado. No es así, me dije a mi misma, una y otra vez. Pero por ahí ves a alguien hacer algo tan confiado, que quizás no es su trabajo lo que querrías lograr, si no, seguramente, quieras su confianza para confiar en el trabajo que haces vos, para demostrarle al mundo que podes, y si no podes, por lo menos fallar en el intento de alcanzar tu propia cima.
La terapeuta reitera, es difícil no compararse, vivimos en plena competitividad, tiene razón, pero trabajarlo cuesta un montón, ni cuatro años de terapia lo lograron, yo pretendo superarlo en tres semanas. 
A la vez este sentir, de querer ser como alguien, de añorar sentirme bien conmigo, de mirar al lado y siempre ver mi lado peor, este sentir que me persigue, no me atormenta porque me acostumbre a estar bajo la lluvia, pero me aísla de mi misma. Me toma de los brazos y no me deja rodearme con ellos, no me deja protegerme del ego, no me deja trabajar lo que quiero. 
Con paciencia las cosas se logran, pero la cuestión está en cómo le enseñamos eso a alguien que creció en lo instantáneo, cómo capacitamos a los seres a ser pacientes si obtienen todo al toque de un botón, si un click les facilita cualquier esfuerzo, que salen a comprar sin moverse de su departamento, cómo enseñamos a perseverar a miles acostumbrados a tener todo ya.
Es como enseñarle a usar facebook a tu mamá, que poco entiende del celular, es como pretender que alguien crezca de repente, como cuando tenes 14 y ya queres egresar del secundario, y esperas, y esperas, esperas.... llega el momento y querés volver atrás, lo difícil de perseverar quizá sea el miedo a cuando lleguemos lo que esperamos. Sentiré realización? Sentiré que me comí el mundo? Sentiré plenitud y añoranza del proceso que ayer pasé?
Le tengo miedo a eso, porque no me basta con tener miedo a lanzarme al mar vacío, si no que le sumo el terror de, llegado el momento, cumplir metas y que pasa luego? Acostumbrados a lo instantáneo, a las respuestas inmediatas, acostumbrados a saber todo en menos de cinco segundos de búsqueda, a que nos den la respuesta tal cual nos la preguntan, como cuando en clase te amoldaban la pregunta para que copies la primera oración que veías en el primer párrafo, de la primera pagina, de la única bibliográfica  que te daban.
Como desacostumbrarse de un sentir que viene sembrado hace años y se volvió monocultivo, como despojar raíces si no conocemos otro método mas que crecer hacia abajo, agarrando con fuerza la tierra que no se mueve a nuestros pies. Emprender, aprender, enseñar, recitar, trasmitir, comunicar. 
Difícilmente se logra el no compararse, porque con el tiempo te das cuenta, que hasta que no sos cociente, sos uno más, entre tantos distintos, sos un igual. Te despertás un día, pensás en lo revolucionario que sería hacer tal o cual, te das cuenta que no te dan lugar a revolucionar, intentas conseguir aquello que te llena, te metes de lleno en un mundo de distintos, que de repente se vuelven igual a vos, y dejás de ser el único que tal cosa. Sos uno más, compartí, aprovechá la no soledad, aprendé, y después vas a ser el que esté enseñando a no compararse, porque todos tenemos algo que enseñar, todos sabemos mas que alguien, y todos desconocemos mas que otro.

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