Aromáticas
Les dejo a continuación un poquito de información sobre el riego y la exposición al sol que es conveniente tengan las plantas aromáticas.
Menta
negra
Luz
solar: necesita algo de sol,
pero no una exposición directa, sobre todo, a las horas de mayor radiación
solar. Entonces un lugar con semisombra. Es la mejor ubicación para
que crezca bien.
Riego: necesita ser regada con bastante frecuencia,
sobre todo, en el verano. Lo recomendable es regarla, entre cada 5 días
aproximadamente en épocas de calor, siendo conveniente que la tierra
siempre esté húmeda, que no significa encharcada. Aunque es necesario que
el suelo mantenga la humedad, la menta piperita no soporta el encharcamiento ni
una cantidad elevada de agua. El exceso de agua, a su vez, presenta
una serie de problemas. Y es que, aparte de marchitarse y ponerse lacia, se
facilitará la aparición de enfermedades, principalmente, de hongos.
Hierbabuena
Luz solar: necesita estar en un lugar soleado o con
semisombra para poder obtener del sol las mejores
propiedades. No puede estar a la sombra ni recibir demasiado sol durante el día
o sus tallos se quemarían. Las exposiciones al frío extremo tampoco son
demasiado beneficiosas para su crecimiento.
Riego: requiere un riego abundante, que no
le falte la humedad. Sin embargo, nunca deberás encharcar la planta, porque se
pudrirían las raíces y la planta terminaría muriendo ahogada. Puedes optar por
regarla a diario, especialmente en verano, pero añadiendo pequeñas cantidades
de agua. Es muy importante que para evitar que se encharque la tierra que uses
para la hierbabuena en maceta sea un poco suelta o ligera y no se apelmace, es
decir, que sea un suelo que drene bien.
Tomillo
Luz
solar: el tomillo no tiene
problemas con el sol por eso mientras más iluminado mejor, puede recibir los
rayos directamente. Si bien es una planta resistente al frío, claro está
que si se trata de temperaturas muy bajas y fuertes vientos es recomendable que
esté bien resguardada en un sitio más cerrado, pero bien iluminado. Si recibe
sol directo por muchas horas, puede secarse.
Riego: es una planta muy resistente que aguanta bien
la sequía y el calor por eso no requiere de demasiada agua,
genial para quienes se olvidan de dedicarle esta atención a sus plantas. Procura
siempre no encharcar el suelo ni humedecerlo demasiado porque, como con la
mayoría de plantas de este tipo, se pudriría ante el exceso de humedad.
Ruda
Luz
solar: le gusta vivir a pleno
sol, aunque tolerará la semisombra siempre y cuando reciba más horas de luz
que de sombra. Debe colocarse en un lugar donde bastante reciba luz natural,
pero sin recibir la incidencia directa de los rayos del sol, ya que el exceso
de estos podría perjudicarla, llegando a quemar sus hojas y tallos y pudiendo
matarla. Además, se ve muy perjudicada por las temperaturas excesivamente
bajas, de manera que, si vives en una zona de clima frío, deberás protegerla.
Riego: es recomendable dejar secar la tierra entre
riegos para evitar que sus raíces se pudran. En caso de tenerla en maceta,
aconsejo coger dicha maceta una vez regada y de nuevo al cabo de unos días para
ver si este está muy seco o no. Los riegos no deben ser más de dos veces a la
semana, pero teniendo cuidado de regarla semanalmente pues su sequía puede
dejarla expuesta a plagas, como los ácaros o la mosca blanca.
Lavanda
Luz
solar: Es típica de climas
mediterráneos, templados y cálidos. Necesita grandes dosis de luz para
su crecimiento. Soporta además los inviernos fríos y las heladas, aunque
dependiendo de las temperaturas invernales que se acumulen pueden reducir el
rendimiento de la lavanda. Es fundamental que la planta reciba sol directo al
menos durante seis horas diarias y que tenga una buena ventilación.
Riego; se trata de una planta que no tolera bien el
exceso de humedad. Durante los meses de frío, espaciaremos los riegos y los
concentraremos en las horas centrales del día para evitar que, con la llegada
de la noche, sus raíces todavía puedan guardar humedad. En los meses de
calor, lo ideal es un riego regular una vez a la semana y
siempre que el sustrato esté seco antes de hacerlo. Es esencial que la Lavanda
cuente con un buen drenaje. Es importante que la reguemos evitando
siempre mojar sus ramas y flores, ya que de hacerlo corremos el riesgo de que
en la planta proliferen hongos.
Salvia officinalis
Luz solar:
puede crecer tranquilamente a la semisombra pero preferentemente necesita unas
horas de sol directo, mientras que sea abundante, no habrá problema. La
circulación de aire para la planta es fundamental porque evita que se pudra. En
las zonas de clima muy rígido debe implantarse la planta en lugar abrigado (por
una pared, por ejemplo) y en posición muy soleada. Si bien soporta el frio, es
proveniente de una zona mediterránea, por lo que prefiere zonas cálidas.
Riego: necesita que la riegues bien, pero de forma moderada, de manera que no se encharque nunca o sus raíces podrían pudrirse o verse afectadas por diversos tipos de hongos. Si está en maceta es recomendable 2-3 veces por semana en verano y algo menos el resto del año.
Salvia leucantha
Luz
solar: le gusta crecer a pleno sol, prefiere
una buena exposición, aunque podría prosperar en semisombra. Son
capaces de soportar alguna helada esporádica y ligera pero no conviene que la
temperatura invernal descienda de los 5 ºC.
Riego: Su resistencia a la sequía es bastante buena
por lo que se regarán moderadamente esperando a que la tierra
se haya secado casi por completo. Si bien son plantas resistentes a
las habituales plagas y enfermedades, temen el exceso de riego. Requiere
tener suelo con muy buen drenaje y fertilizado.
Albahaca
Luz
solar: No se lleva nada bien las
fuertes corrientes de aire, deja de crecer si se encuentra
bajo climas fríos. Puede crecer estando totalmente expuesta al sol, pero vigílala
con regularidad ya que corre el riesgo de secarse. Puede crecer sin
problemas donde haya semi-sombra, mas que nada en verano.
Riego: es una planta de humedad, por lo que debe
permanecer bien hidratada. Requiere una elevada cantidad de riegos durante
todo su cultivo. Si no tiene la suficiente agua, la planta correrá el riesgo de
deshidratarse y no llegar a desarrollarse. Debemos intentar mantener la
tierra siempre húmeda, pero sin que llegue a encharcarse. Se
debe regar la planta todos los días, mejor en pequeñas cantidades
un par de veces, para evitar que la tierra se seque durante el período de mayor
calor.
Plectranthus
Ornatus
Luz
solar: Soporta muy bien el sol,
cuando está en un lugar muy sombrío se estira y las hojas tienden a quedar pequeñas,
las mías están en un lugar que reciben el sol de las primeras horas mañana, les
va bien así que si pueden tenerlas donde reciban sol al menos unas 5 horas
diarias.
Riego: hay que estar pendientes al riego, seguros de que no
se encharque la tierra porque esta planta tiende a pudrirse por exceso de agua.
No tiene demasiada necesidad de riegos frecuentes, bastará con regarla de
manera esporádica. Puede hacerse en profundidad y dejar que el sustrato se
seque casi por completo antes de regar de nuevo. Riegos muy seguidos o intensos
acaban por pudrir los tallos que están a ras de suelo.
Luz
Solar: Puede estar expuesta a
pleno sol, pero su desarrollo será mejor si el cultivo está en una semisombra.
Riego: Se aconseja no exageran en cuanto al riego, debe ser
regular para mantener el suelo lo necesariamente húmedo sin llegar a
encharcarlo. No tolera los ambientes secos, pero tampoco las heladas extremas.
Ajenjo
Riego: es una planta mediterránea resistente a la sequía que
necesitará riegos regulares, pero con poca agua. Son plantas resistentes que no
suelen verse afectadas por plagas y enfermedades; sólo debemos vigilar el
exceso de riego. Es común que los cultivos de Ajenjo contraigan moho, que es un
recubrimiento velloso causado por hongos y que ocasiona la descomposición de la
planta. Esto pasa frecuentemente durante la primavera por el aumento de humedad
en el ambiente.
Luz
solar: Resiste perfecto
temperaturas altas y zonas frías, sin embargo, prefiere lugares con
temperaturas entre los 20 y 30 grados centígrados. Se adapta a la sombra, pero
estará mejor expuesta al sol.
Riego: Se recomienda regar los arbustos una vez cada siete
días, mientras que durante el verano se debe doblar la frecuencia. Prefiere los
climas con cierta humedad. Se trata de una planta que no precisa mucha agua,
más bien al contrario. Es preferible que sufra un poco de sequía antes que de
exceso de agua.
Manzanilla
Riego: La manzanilla soporta mejor la sequía que el exceso de
humedad. Entonces, se aconseja usar el riego por goteo o, incluso, por bandeja
en la base de la maceta, renovando el agua cuando el sustrato parezca demasiado
seco.
Incienso
Luz
solar: no resiste el frío, pero
sí que se adapta muy bien a vivir dentro del hogar siempre y cuando la
coloquemos en una habitación en la que entre mucha luz natural. En mejor
exponerla a la luz pero evitando que esté en contacto con los rayos solares.
Riego: preferentemente con frecuencia en verano, y algo más
escaso durante el resto del año. Tenemos que evitar que la tierra se encharque,
por lo que para ello debemos de comprobar la humedad antes de volver a regar.
Caléndula
Luz
solar: es recomendable colocarla
en el exterior o en una zona donde le pueda dar el sol de forma directa. Para
poder disfrutar de la Caléndula en todo su esplendor, tendremos que ubicarla a
pleno sol. Para que florezca en condiciones, cosa que hace curiosamente sobre
todo al final del invierno, los capullos tendrán que estar expuestos a los
rayos solares.
Riego: debe ser frecuente en verano y más escaso durante los
demás meses. Generalmente, es recomendable 3 o 4 riegos por semana en los meses
más calurosos y 2 o 3 el resto del año. Para que luzca con vigor, necesita un
riego constante pero nunca en grandes cantidades. Es sumamente sensible al
exceso de agua, sobre todo en lo que respecta a las raíces.
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